viernes, 28 de enero de 2011
Marcas
Cuando el camino no es visible, las marcas nos ayudan a andar menos temerosos. Paso, no sé, paso, ¿será por aquí?, paso, ¡mira una marca!. Y te encuentras. Y el fin del camino se muestra alcanzable, feliz. Como un perro que te espera ansioso a que llegues a casa, preparado, para saltar sobre tu pierna y llenarte de babas. Pero hay otras marcas que ayudan a caminar sí, pero queman y duelen conforme se instauran dentro de la fría roca. Quiero no ser roca, quiero que se borren, quiero que jamás hubieran estado ahí. Necesito no vomitar ni uno solo de tus pensamientos. Necesito vomitar los míos. Mis marcas, tus marcas, me dan miedo. No me dejan caminar. Hacen que el camino sea duro y su final imprevisible. Como llegar a casa tras un mal presintimiento y encontrar tu perro muerto en el rellano.
miércoles, 19 de enero de 2011
lunes, 3 de enero de 2011
Des.sin.cronizar.se
domingo, 2 de enero de 2011
sábado, 1 de enero de 2011
Tener su celo
Los inicios de año cargados de propósitos sanos, buenos, políticamente correctos. Él, tumbado en el sofá, desnudo y tranquilo porque sus cuerdas vocales vibraron hasta que el aire produjo un alomejoresqueyanoestoyenamoradodetí. Duerme. Abi lo mira, en celo. Qué fácil ser gato y sólo entender que te pica aquella parte que todavía no sabes para qué existe. ¿Los gatos sabrán esas cosas? No lo sé. Yo sé que no duermo. Que querer, amar, ser fiel, paciente, mujer de los 50, de los 90, de los 2000 y del milenio siguiente a veces no sale bien. Es como haber estado cuidando una llama para que no se apagara bajo un lustro de tormentas y que con una gota se apague la luz de la humanidad entera. Por tu culpa, por tu culpa, por tu gran culpa. Amiga, compañera, novia, amante, nada. ¿Crisis? ¿Principio del fin? ¿Negligencia estúpida? Quién pudiera tener el baile del aire perfecto para que mañana, quizá puedas decirme que notepreocupesmuñecahapasadolopeortodovaasalirbien.
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