sábado, 1 de enero de 2011

Tener su celo


Los inicios de año cargados de propósitos sanos, buenos, políticamente correctos. Él, tumbado en el sofá, desnudo y tranquilo porque sus cuerdas vocales vibraron hasta que el aire produjo un alomejoresqueyanoestoyenamoradodetí. Duerme. Abi lo mira, en celo. Qué fácil ser gato y sólo entender que te pica aquella parte que todavía no sabes para qué existe. ¿Los gatos sabrán esas cosas? No lo sé. Yo sé que no duermo. Que querer, amar, ser fiel, paciente, mujer de los 50, de los 90, de los 2000 y del milenio siguiente a veces no sale bien. Es como haber estado cuidando una llama para que no se apagara bajo un lustro de tormentas y que con una gota se apague la luz de la humanidad entera. Por tu culpa, por tu culpa, por tu gran culpa. Amiga, compañera, novia, amante, nada. ¿Crisis? ¿Principio del fin? ¿Negligencia estúpida? Quién pudiera tener el baile del aire perfecto para que mañana, quizá puedas decirme que notepreocupesmuñecahapasadolopeortodovaasalirbien.

1 comentario:

  1. En días cargados de inicios de año nunca sale nada bien, pero, ¡que importa!
    Una llama que no se apaga bajo un lustro de tormentas, me gusta, relamente hermoso.Un saludo.

    ResponderEliminar